19 de junio del 2025, el Ministerio de Educación resolvió la intervención del colegio Jaques Dalcroze, ubicado en el Valle de los Chillos. Los padres de al menos 20 niños, entre dos y seis años de edad, denunciaron que sus hijos fueron víctimas de abuso sexual por parte de uno de los profesores de Educación Física, Steven P. en el llamado Dalcroze Kids.
La ministra de Educación, Alegría Crespo, había anunciado el 11 de abril que el profesor había sido detenido, cuando realmente fue apresado por acción de los propios padres y madres de familia, el 24 de marzo, cuando fue llevado a flagrancia y varios presentaron denuncia en la Fiscalía. La ministra agregó en su comunicado en redes que «en el marco de las competencias del Ministerio de Educación he ordenado la aplicación inmediata de los procedimientos de investigación, y si corresponde, de intervención en esta institución educativa, conforme a lo que estipula el Acuerdo Ministerial Nro-Mineduc-2023-00009-A, con la finalidad de garantizar el derecho a una educación de calidad y la continuidad del servicio educativo», según reportó el portal Primicias.
Plan V supo que el Ministerio dispuso la intervención y cierre del colegio y escuela, por las denuncias presentadas por las familias víctimas de este abuso sexual.
En lo penal, en una audiencia del 22 de mayo, la jueza del cantón Rumiñahui, pese a que el acusado fue llamado a juicio y a pesar de la gravedad de los hechos, le otorgó medidas sustitutivas, cambiando cárcel por grillete electrónico y obligación de presentarse periódicamente. El perpetrador fue sentenciado a 17 años con 4 meses, en primera instancia. Apeló a su sentencia.
Plan V conversó con varias madres denunciantes para conocer el impacto que esto ha tenido en sus vidas, las de sus hijos e hijas víctimas y testimoniar la vía crucis que debieron pasar para obtener justicia.
PARTE 2
TATIANA
Madre de Pedro, cinco años de edad. (Madre de flagrancia)
Le hicimos coger preso, él pasó la noche en Quitumbe, pusimos a alguien que vigilara que no saliera. Después nos fuimos a la Fiscalía de Sangolquí, allá nos mandaron, aunque el colegio no es de Sangolquí. Las tres familias pusimos la denuncia y en ese instante llegó también el dueño del colegio y la directora a poner la denuncia. En nuestra ingenuidad pensamos que estaban con los niños. Lo cierto es que lo denunciaron porque si no lo hacían era una falta grave y podían cerrar el colegio por eso. Ellos denunciaron después que nosotros.
Me fui con mi hijo a Flagrancia a Quito, porque así ha sido, y el dio su versión ahí, como los otros niños, frente a una psicóloga. Todo lo que sucedió con mi hijo en ese momento él no lo sabe. Una madre llevó a los niños a comer pizza antes de que fueran a Flagrancia. Cuando a vece pasamos por ese edificio, Pedro lo señala con el dedo y dice: aquí vine a decir la verdad. Ahí hicimos la diligencia, las tres mamás, como hasta las seis de la tarde. Varias personas me llamaron, nos llamaron, a ser solidarios, muchos de los que luego denunciarían se enteraban ese momento, y también hicieron las evaluaciones psicológicas y supieron que sus hijos también habían sido vulnerados, pero en ese momento nosotros no sabíamos eso. Con mi hijo, y creo que cada uno en su hogar, les dijimos a los niños: tienen que ser valiente; hay que decir la verdad porque esto no está correcto. Esta tarde y noche regresamos a Conocoto, donde nos esperaban otros padres y madres y nos enteramos que también había niñas víctimas y varios niños más, de la Preparatoria B. Hasta el momento se pensaba que solo eran los niños de ese curso. Ya se había regado la noticia, ya todos estaban locos en el chat, se hicieron plantones frente al colegio al día siguiente. Entiendo la desesperación de la gente por saber si sus hijos o hijas también habían sido abusados, y me inundaron de mensajes y llamadas, pero yo vivía mi propio dolor, como para volver a contar a alguien lo que estaba sucediendo. Entonces lo que hice fue hacer un audio y mandarlo en el chat de presidentes de padres del Kids y decir lo que pasó y que teníamos audiencia de formulación de cargos al día siguiente. Fuimos a la audiencia, me tuvieron que dar un calmante porque estaba descontrolada, porque yo quería entrar a la audiencia y mi esposo no me dejó.
Hicieron la audiencia, le formularon cargos, le dejaron con prisión preventiva. Al día siguiente el dueño del colegio llamó a mi esposo y le dijo que no pudieron ir a la audiencia porque tenían una oleada de padres en el colegio que debían atender.
Ya se había regado la noticia, ya todos estaban locos en el chat, se hicieron plantones frente al colegio al día siguiente. Entiendo la desesperación de la gente por saber si sus hijos o hijas también habían sido abusados.
MANUELA
Madre de Andrea, de dos y medio años
Y a nosotros nos sacó del colegio porque supuestamente iba a la audiencia.
TATIANA
Fue un doble juego. Porque él estaba seguro de que los únicos que conversábamos sobre el tema éramos los de la Preparatoria B. El Dalcroze Kids tenía 84 niños y niñas. Desde los dos a los seis años de edad. Y todos estaban a merced del tipo. Bueno, el dueño del colegio citó a mi esposo para una reunión, pero me colé con mi esposo. Y cuando me vio el tipo se quedó contrariado, porque a lo mejor puedes engañar a un papá, pero a una mamá no. Ahí ofreció apoyar a los niños. Él es muy joven, heredó el colegio porque el papá murió en el Covid. Ahí nos dijo que se reuniría con cada padre, y nosotros quedamos en reunirnos con el colegio, los de la Preparatoria B para que se haga una investigación a fondo y ver cómo se hacía la reinserción de los niños a las clases. Quedamos en reunirnos el jueves de esa semana. Con los papás de los niños más pequeños no, porque nosotros no sabíamos que había más niños afectados.
MANUELA
A nosotros nos nos permitían ni siquiera hablar con las profesoras. Durante toda esa semana creo que viví parada frente a la puerta del colegio, porque mi hija ya me había dicho lo que pasó (que el profesor la besaba en la boca). Ella había entrado al Dalcroze Kinds en diciembre del 2024, fue un mes tranquilo. Mi hija era muy extrovertida y en enero empezaron sus cambios: no comía, dormía apenas llegaba del colegio; mi mamá me decía que la niña dormía demasiado, estaba muy irritada, nos pegaba, nos mordía. Eso fue en la primera quincena de enero. En la segunda quincena mi niña empezó a hablar extremadamente del profesor Steven y ya me empezó a llamar la atención. Un día llegó de clases con un chupete en la mochila, le pregunté quién se lo dio, y me contestó nadie. De ser muy conversona, dejó de hablar. En la entrega de reportes de los niños, me acerqué a la profesora y le dije que me parecía raro esa cercanía con ese profesor, y me dijo, sabe qué, mamita, yo voy a preguntar porque yo no estoy en las clases de él. Y esa la respuesta para todo. Le pregunté que cómo así no estaba en las clases de los niños más chiquititos; sí, ya voy a preguntar, pero no se preocupe, ella es una niña feliz… contestaba. Terminó enero y a mi niña la tuve que hospitalizar por una obstrucción intestinal, mi hija casi se muere. En el hospital me preguntaron si la niña tenía estrés, pero en la casa no había nada de eso, ella pasaba con la familia; me dijeron es que la niña no iba al baño porque no come bien y tenía el intestino inflamado. Ella estuvo una semana en el hospital y otra en reposo en la casa y las profesoras nunca me llamaron. Cuando ella regresa a clases hablé con la profesora a decirle lo que había pasado y que estábamos tratando de saber por qué la niña enfermó. Ahí me dice la profesora que notaba que la niña había cambiado, que estaba irritada, pero sabía que todos los niños estaban agresivos. Y la respuesta de la profesora era: los niños tienen mucha imaginación, o son chismosos.
TATIANA
El profesor Steven no maltrataba a los niños, les daba caramelos. Dulces o helados para que se dejen tocar; empezaba a hacerles cosquillas y luego les tocaba, a los niños pequeños les tocaba el trasero.
MANUELA
Había niños pequeños a los que amenazaba. El papá de un niño viajaba todo el tiempo fuera de la ciudad y el profesor le decía que iba a matar a su mamá, pero en el caso de mi hija se hizo amigo. En el caso de otro de los niños de Inicial, por el que le formularon cargos, él dijo que el profesor le había golpeado en algunas ocasiones. Es como que con cada niño actuaba diferente.
ELENA
Madre de Sofía, cinco años de edad
Yo me di cuenta de que hasta el mes de diciembre del 2024 sonreía. Le gustaba posar en las fotos, se reía. Tenía una risa muy linda, pero desde enero ya no quería posar, no quería sonreír, tomarse una foto conmigo y le decía al papá que algo le pasa a la niña. Ella controló esfínteres desde muy pequeñita, y se empezó a orinar en la cama. Él decía que de pronto no avanzaba a llegar al baño o que se quedaba dormida. Luego mi esposo me reconoció que, como mamá, presentía algo malo le pasaba a la niña. A veces no quiero ni ver las fotos de cuando ella sonreía, las del año pasado. Y luego de enero ya no había sonrisas en las fotos. Solo era verle la carita, y yo me pregunto ¿cómo no nos dimos cuenta? ¿En qué momento de la vida se nos pasó esto? ¿Cómo no me di cuenta de lo que le pasaba apenas fue perdiendo la sonrisa? ¿Cuándo cambiaba de humor? ¿Cuándo a esa edad empezaba a bailar los perreos y yo le decía mija, de dónde sacaste eso? Y eso era por que el profe Steven les ponía a perrear entre ellos. Cuando pasó todo esto, mija me dijo que adoraba a su profe, que no tenía nada que ver. Yo le llevé a una psicóloga-perito y en su informe ella puso que la niña estaba afectada, porque también este niño que había tacado a Pedro lo había hecho con ella por varias ocasiones, también le avisó a su profesora, luego a otra profesora y no le hicieron caso. Mi hija iba al colegio sólo por la clase de Arte que le encantaba.
el director distrital dijo que iba a convocar al dueño del colegio, porque en la reunión de ese día estaban el señor del transporte, el de contaduría, el inspector general, el señor de la limpieza, los dos psicólogos, pero no estaba el que tenía que responder.
TATIANA
Lo más terrible que el dueño del colegio pudo haber hecho, además de habernos dicho que nuestros hijos mentían, fue no abrirnos la puerta en una reunión que él convocó y nos tuvo una hora y media parados, esperándolo. Hasta que llamaron la directora distrital del Ministerio de Educación, al que llamaron y solo nos hicieron pasar a las mamás de flagrancia, las que denunciaron. Yo entré y les dije que no entraría a la reunión si el resto no entra. Me salí de la reunión y todos salieron. Hora y media después nos recibió el director distrital, nos escuchó y luego entró la directora del Kids y no se despegó de su celular, como que no le importara. Una mamá le dijo que le pusiera atención, y ella le dijo yo no tengo por qué estar aquí. Al final de la reunión, el director distrital dijo que al día siguiente iba a convocar al dueño del colegio, porque en la reunión que nos metieron ese día estaba el señor del transporte, el de contaduría, el inspector general, el señor de la limpieza, los dos psicólogos, pero no estaba el que tenía que responder. Quedamos en una reunión para el viernes. Y nosotros avisamos a amigos y familiares y ese viernes nos dejaron pasar sólo a los papás y mamás de la Preparatoria B, a nadie más. Pero ya había mucha más gente que fue a apoyarnos para que el colegio nos recibiera. Y se suponía que íbamos a tratar en conjunto el plan para que los niños se reintegren a clases, pero no fue así. El director distrital simplemente nos mostró el plan que había elaborado con el dueño del colegio. Entonces nos hizo rezar. Esa es una de las grandes afrentas e indignaciones que nosotras tenemos: jugó con nuestro dolor, se aprovechó de nuestra sensibilidad y, como si fuera un coach, nos dijo: vamos todos a tomarnos de las manos y recemos para estar todos mejor, porque la próxima semana el Dalcroze renace y crece, que fue una campaña en la que hizo pulseras, un eslogan, y dijo que era el colegio más seguro del valle de Los Chillos, y recemos, vamos todos a hacer una oración. Una burla total. El sábado hubo otra reunión a la que no fui.
ELENA
Yo sí fui, y ahí estuvo la profesora y supuestamente ella estaba muy dolida por todo lo que se había enterado, que se sentía un poco culpable por no haber escuchado a los niños no haber estado con ellos, pero que lamentablemente, dijo, como profesora ella tenía otras labores que hacer. Y yo le pregunté que si tenía otras labores, entonces por qué cuando yo le enviaba mensajes ¿por qué no respondía? ¿Por qué si no estaba cuidando de mi hija, no contestaba siquiera los mensajes? Pero es que, mamita, yo hasta he tenido que coger psicólogo, miren que ahora hay más cámaras…, me dijo. Y me dijo que no, que esto era inconcebible que una profesora dijera que ella no vio, que no sabía, que tenía en otras actividades, que estaba en todo menos en lo que debía estar y era con nuestros hijos.
Ahora los niños cuentan que cuando el profesor entraba con una niña al baño, porque entraba con las niñas al baño, los otros niños lloraban, gritaban y se abrazaban entre ellos. Sabían lo que estaba pasando en el baño.
MANUELA
Es que todo esto pasa en el patio del Dalcroze Kids. Lo que pasó en el colegio AAMPETRA fue en un aula, cerrada. Acá pasó a la vista de todos. Porque además todo tiene grandes ventanales.
TATIANA
Ahora los niños cuentan que cuando el profesor entraba con una niña al baño, porque entraba con las niñas al baño, los otros niños lloraban, gritaban y se abrazaban entre ellos. Sabían lo que estaba pasando en el baño. ¿Quién no los vio? En nuestra aula son dieciséis niños y si él entraba con una de ellos al baño, ¿quién veía a los otros? ¿Nadie vio que quince niños estaban llorando y gritando y abrazándose entre ellos porque sabían lo que les estaba pasando a su compañerita?
ELENA
Y los niños dicen que ellos avisaron a las profesoras, a todas.
MANUELA
Y nadie dijo nada, absolutamente nadie. ¿Por qué nosotras decidimos poner las denuncias en el Ministerio de Educación? Cuando la psicóloga nos confirmó que en efecto mi hija… Mi hija como usaba pañal no llega a tocarle sus partes, pero él empieza a prepararla para eso, con los besos, a hacerse amigo. Para mí ha sido un dolor indescriptible sepa lo que es darse un destrampe, para mí fue algo terrible. En esa semana de que el Dalcroze renace y todo eso, mi hija va a clases. Y mi hija empieza a llegar a la casa con un gafete que decía que es un detective y le pregunté porqué tenía eso, y me dijo: es que nosotros no debemos decir mentiras. En esas semanas, a los niños empezaron a meterles en sus cabezas que estaban mintiendo, porque el dueño del Dalcroze empezó a decir a todo el mundo que todo esto era una mentira, que las madres que denunciaron en flagrancia les querían extorsionar y que por eso estaba saliendo todo eso. Empezó a divagar con sus mentiras. Y yo le decía a mi esposo que nada de eso estaba bien, que estaban convenciendo a los niños de que estaban mintiendo y a mi hija yo le decía: mi amor, tú no mentiste, tú dijiste lo que pasó. Uno tiene que ser valiente y denunciar lo que pasó.
Empezamos a averiguar cómo hacer también la denuncia. Y el viernes de esa semana nos acercamos a los padres y madres de flagrancia, porque les alcanzamos a ver. Para esto ya nos habían presentado a una nueva tutora. Y nos dijo papitos esto no va a volver a pasar y todo eso. Pero los padres de flagrancia nos dijeron que ella fue la tutora que estuvo en su curso cuando ocurrieron los hechos, y que ellos habían exigido que salga, y ahora la mandaban a cuidar a los más chiquitos. Ella fue la que no protegió a los niños que estaban a su cargo, la que los dejó solos y no la sacaron.
TATIANA
En la semana de la campaña del Dalcroze Renace y toda esa publicidad empiezan los testimonios del tema de flagrancia, y el miércoles de esa semana declara el tipo. Y en ninguna declaración sobre ningún niño o niña él ha dicho no les toqué. Su defensa se basó en que no se acordaba si esos niños fueron a clases. En la pregunta, el abogado le preguntó ¿cómo es que usted, en el día más importante de su vida (porque fue preso) no se va a acordar si los niños estuvieron o no en su clase? Y él se quedó callado. Él dijo que nunca estuvo solo con los niños, que siempre estuvo Stefanía C., una asistente. Ojo, en noviembre los niños de la Preparatoria A empezaron, en noviembre, a presentar los mismos síntomas que nuestros hijos presentaron en enero, y el DCE les dijo que eran de familias disfuncionales y que esos síntomas eran por problemas de familia. Y sé de lo que hablo porque a fines de noviembre es el cumpleaños de mi hijo Pedro, y yo hice una fiesta e invité a los amigos de la Preparatoria B con los que más se llevaba y a dos niños de la Preparatoria A y estuvieran sentados todo el tiempo sin querer jugar y pregunté a las mamás si estaban enfermos o algo y me dijeron que no saben qué les pasaba, no querían ir al colegio, están apáticos, tristes… Cuando mi hijo comienza con esos síntomas hablé con una de las mamás de la Preparatoria A y le comenté que tenía los mismos síntomas y me enteré de algunas cosas que involucraron a su niño y pensaron que era un asunto familiar, nunca se nos ocurrió en eso momento que estaban así por el colegio. Entonces asumo que en la Preparatoria A empezó y siguió con los niños de la Preparatoria B. Tuvo tiempo de preparar todo.
Nosotros le dimos al colegio dos semanas mientras pasaba todo esto. El miércoles de la segunda semana el tipo declaró y al otro día declara su colega Stefanía C. y ella dijo que nunca estuvo con los niños, que ella les sacaba el calentador, les dejaba en manos del profesor Steven y se iba a hacer otros quehaceres del colegio. Y eso concuerda con los testimonios de los niños, que ella les dejaba en la clase y se iba. Y ese día que ella declara eso, mi esposo fue de inmediato al colegio y retiro a mi hijo y no lo volvimos a mandar nunca más. El viernes mi hijo dio el testimonio anticipado, pero al inicio de la semana pasó algo con él y es que se había programado el reconstrucción de los hechos en el Kids, con fiscales, policía y todo eso, y resolvieron llevar a los niños a un picnic para que no vieran todo eso, y cuando mi esposo llega para la reconstrucción de los hechos al primero que encuentra en la puerta del colegio es a nuestro niño. No le habían llevado al picnic y mi esposo se negó a hacer la diligencia porque era revictimizarlo, y solo entraron la fiscal con los policías. Y en esa misma semana otro niño, también víctima, se topa con la tal señorita Stefanía y ella le dice que por qué estaban hablando de lo que había pasado si eso era un secreto entre nosotros. Entonces ¿de qué investigación interna estábamos hablando?
En una de las continuas reuniones de esa semana estuvo a profesora de Lengua y ella se acababa de enterar, por nosotros, que el profesor Steven manipulaba a los niños con la clase de Lengua. Les hacía repetir en coro que si los papitos les preguntan por qué están tristes debían decir que no les gusta la clase de Lengua y porque no les gusta leer. Y les hacía repetir eso, y cuando yo le empecé a preguntar a mi hijo por qué no quería ir a la escuela me decía eso: que no le gustaba Lengua y no sabía leer. Gracias a Dios que nos dimos cuenta de todo esto a tiempo y ningún niño o niña fue violado, pero el daño psicológico es grande, las secuelas son tan graves que el tribunal penal analizó los impactos psicológicos en los niños y le aumentó la pena cuatro años y cuatro meses más. Fue sentenciado a 17 años y cuatro meses de prisión, porque con lo que le hizo a mi hijo le correspondieron 13 años.
Y yo le decía a mi esposo que nada de eso estaba bien, que estaban convenciendo a los niños de que estaban mintiendo y a mi hija yo le decía: mi amor, tú no mentiste, tú dijiste lo que pasó. Uno tiene que ser valiente y denunciar lo que pasó.
MANUELA
Un viernes al fin nos conocimos entre todos los padres y mamás de los paralelos. Mi hija era la más chiquita y nos incluyeron los padres de flagrancia y empezamos a enterarnos de de todas estas mentiras y fue también en el tiempo en que nos empezaron a decir que tanto los niños como los papás estábamos mintiendo, que era una cuestión de dinero y nos enteramos de esto y resolvimos denunciar al colegio ante el ministerio de Educación.
Cuando ya le notifican al dueño del colegio con nuestras denuncias empezaron los ataques contra nosotros. Fue una ataque terrible y premeditado. Lo que dice la norma es que el Ministerio no interviene si hay conflicto entre padres de familia, y empezaron a hacer eso. Y la acusación contra nosotros era que mentíamos y que habíamos exigido dos millones de dólares que el dueño se habría negado a pagar y por eso estábamos denunciando. Y también que los niños mentían. Hicieron hasta páginas en Tik Tok y en Facebook. Cuando nos dimos cuenta del alcance del dueño del colegio y resolvimos que, aunque fuera muy doloroso, debíamos hacer público lo que estaba pasando con nuestros hijos.
TATIANA
Salimos a las redes sociales y pusimos las caras para denunciar porque también nos habían dicho que las cosas se podían torcer en la justicia de cualquier modo no ético, y yo salí a pesar de que tengo otros tres hijos adolescentes, y dijimos que íbamos a dar la lucha frontal por que se les haga justicia a nuestros niños.
MANUELA
Ahí también empezaron con el tema de que ingresaban informes a la Fiscalía de que los niños víctimas no había ido a clases. Y las profesoras tenían el mismo discurso todas: no sabemos nada.
TATIANA
Ahora sabes por dos de ellas que el abogado les había dado un papel con el texto de lo que debían decir en el testimonio. Y por eso la profesora que era tutora de los niños casi se va presa por perjurio ante el tribunal penal.
MANUELA
Las audiencias fueron seguidas y la defensa del acusado presionaba por medidas sustitutivas a la prisión preventiva. Y nosotros pensábamos que eso no iba a pasar porque es un delito con una pena de más de diez años. Todo esto ocurría mientras se daban los ataques contra nosotras en redes sociales e incluso en una de esas páginas se filtraron los expedientes de nuestros hijos, sus nombres, los nombres de los padres, sus números de cédula. Entonces llegó la audiencia preparatoria de juicio, y la jueza le llamó a juicio pero le dio medidas sustitutivas a pesar de que el COIP es muy claro en eso; y su familia también hizo plantones y uno de sus familiares, como también su abogado, en una entrevista de prensa dijo que tenían el apoyo del colegio. Lo cual es extraño, porque una cosa es el prestigio del colegio y otra muy distinta es tratar de sacar del problema al tipo que había hecho eso con los niños.
