Testigos de la violencia: “Cuando voy en camino hacia mi hogar hay personas y estudiantes peleándose alrededor del plantel educativo”; “afuera del colegio y en el transcurso para la parada de bus es algo peligroso por las peleas y el acoso que hay en las calles, en este momento hay muchos asesinatos y violaciones. Para mí buena suerte no vivo muy lejos de mi colegio así que no me ha pasado nada, pero para otras personas quizás es muy peligroso ir y regresarse”.
Testigos de la delincuencia: “Al llegar del colegio me senté a hacer tareas en el escritorio y escuché personas gritando e incluso algunos disparos…”; “me encontraba haciendo tareas cuando escucho disparos; al salir de la casa me fui a ver con mi prima lo que pasaba y vimos a una señora llorando mientras que llevaban a un adolescente o señor a un carro, ya que tenía un impacto de bala en el brazo y pierna.”
Testigos de las balaceras: “Cuando pasaron unos chicos en moto con unas armas y yo estaba afuera de mi casa y nos dio mucho miedo…”; “cuando salimos a pasear hubo una balacera y fue un momento muy feo, de mucha inseguridad”.
Testigos de asesinatos: “Una vez al frente de mi casa, en la madrugada, mataron a una persona, y yo no sabía qué hacer, estaba muy inseguro y desperté a mi papá para que supiera lo que paso, y me dijo que me quedara tranquilo y que no viera por la ventana…”; “cuando cerca de mi casa mataron a un hombre mi mamá me tuvo que llevar a un cuarto para que no me lleguen balas perdidas”; “una vez mataron a una persona casi cerca de mí, cuando estaba afuera con mi familia”.
Testigos del miedo: “me robaron, cosa que ya me ha pasado múltiples veces y en distintos sectores de la ciudad”. “No puedo salir a distraerme en la calle con cierta tranquilidad por miedo a ser asaltada o secuestrada”.
Testigos del robo: “principalmente lo que me aterra es el robo en buses…”; “cuando fuimos en el bus y lo asaltaron, les robaron a todos menos a los que dieron dinero; cuando ofrecieron unos chocolates; mi familia fue una de esas a las que no asaltaron”.
Testigos de las bandas y pandillas: “que (se) toman las calles, se visten como pandillas, y a veces da miedo porque se visten solo de negro y se ponen aretes”; “solo unos amigos por ahí se hacen los rudos, pero nada que ver…”. “he visto a varios niños en bandas y pandillas, ya que a veces he escuchado sus anécdotas e historias de cómo han entrado a las bandas/ pandillas no sé qué pensar de esta situación”; “en el transporte público, junto a dos estudiantes, escuché murmullos y una conversación que hablaba sobre una banda y luego mostrar un arma de fuego”.
Testigos del reclutamiento: “muchos jóvenes de la institución dicen ser de pandillas”; “solo escuché como conversaban de eso”; “sí, muchos participan al respecto”; “algunos amigos que ya están en esas bandas”; “algunos de mis amigos se saltan del colegio para ir con ellos”; “pues lo sé porque he llegado a llevarme con bastante tipo de gente de mi colegio y ellos mismos me han dicho que participan en bandas”. “Un compañero de mi curso estudio hasta décimo (gardo), luego de estudiar medio año se retiró, hasta que me enteré que está en una banda”.

Testigos del tráfico y el consumo: “chicos de mi sector, algunos de mi edad andan en vicios”; “yo conozco a la mayoría y pues ellos se drogan, es feo verles”. “En colegio existían muchos conflictos debido a pandillas, las cuales peleaban por cualquier tipo de problema; una de esas pandillas se llama NN; ellos estaban distribuidos por todo el colegio, incluso cometían robos y muchas más cosas”; “saben amenazar de unas bandas que son más reconocidas, por estar quitándole a un novio si ni siquiera son nada y amenaza que nos van a matar o a violar”; “hay compañeros que amenazan indirectamente o directamente a los docentes o compañeros por pertenecer a bandas”; “roban mochilas y venden la droga”.
Testigos de las armas: “En mi curso hay tres compañeros que hablan mucho de eso; sobre armas y cosas así”; “alguna vez escuché de un grupo de estudiantes que se dedicaban hacer bromas en los locales comerciales que están cerca del colegio”; “en el barrio un ex compañero mío ya porta armas de fuego y pertenece a una pandilla”; “cuando pelean afuera en el cole sacan armas o a veces cuchillos y por sus tatuajes los reconozco”.
Testigos de la droga: “hay muchas pandillas que consumen mucha droga”; “con el consumo de drogas y alcohol”; “en mi anterior curso se sabían meter drogas y sabían vender dentro del Colegio”; “se sabía que los estudiantes estaban en bandas y entraban a vender alcohol, drogas, etc.”; “cuando estaban vendiendo drogas”; “lastimosamente he visto como muchos chicos venden y se reparten tales sustancias, para ellos es normal o común hacerlo, se sienten orgullosos y felices por estar en un camino erróneo”.
Testigos del abandono: “niñas y niños que andan en malos pasos, consumen cosas indebidas y viven en la calle”; “cerca de mi casa veo niños como de unos 12 años con gente que llevan a malos pasos”; “debido que tienen a sus padres ausentes y tienen demasiada libertad y buscan un refugio, y cuando sus padres se enteran es demasiado tarde y lo castigan con violencia física y psicológica”; “tengo algunos conocidos que ya a su corta edad ya están en bandas; la verdad ellos se meten a estas bandas porque algunas mamás no los educan bien”.
Testigos de la pérdida: “tengo un conocido o más bien compañero que pertenecía a esas bandas y murió hace poco”; “tuve un amigo que estuvo en bandas y después lo mataron”. “…un amigo mío se quedó en eso y ahora ya no quiere salir de ahí, por miedo, y por qué ya se quedó ahí estancado”.
Testigos de la esperanza:
En este contexto tan adverso, también es posible señalar que de la investigación realizada por ChildFund, KNH y World Vision, uno de cada cinco niñas, niños y adolescentes, NNA, aspiran a ser policías o militares.
Escrita con sus propias palabras y posteriormente codificada, NNA manifestaron sus aspiraciones para cuando sean adultos. Muchas de las aspiraciones profesionales y de oficios están ligadas a distintos imaginarios, en este caso con la ayuda y protección a la gente, con el orden y la seguridad, pero también ligados al valor, riesgo. Es decir, niñas, niños y adolescentes tienen una alta valoración de la fuerza pública.
Si solo tomáramos en cuenta profesiones y oficios específicos entre 5 y 9 años, 1 de cada 4 quiere ser parte de la fuerza pública y se encuentran entre las primeras preferencias; ser policía (20,6%) es la primera opción y militar (6,3%) la sexta profesión aspirada.
Entre los 10 y 17 años, se revierten las preferencias, aspirando a un 10,9% militar y un 5,4% policía, ubicándose ambas entre las 4 primeras preferencias. En el caso de los mayores de 10 años, de las 34 profesiones y actividades aspiracionales, con algunas diferencias importantes por la edad. Entre los 10 a 14 años prefieren ser, en orden de menciones: doctor/a, futbolista y militar; mientras que los de 15 a 17 años prefieren ser doctor/a, militar o ingeniero/a.
Las distintas profesiones agrupadas, dan cuenta que un 26,4% expresan una expectativa por profesiones relacionadas al campo de la salud, y la segunda aspiración se relaciona con las actividades relacionadas con la fuerza
