jueves, octubre 23, 2025

Lobos, tontines y ‘fantasmas’ tras 12 bombazos en Guayaquil

Uno de los bombazos ocurrió el 3 de junio en la Bahía. Su potencial autor está libre. Un vehículo que en la ANT está registrado como propiedad de Industrial Molinera llegó a la casa del involucrado.

Redacción Plan V

Por: Redacción Plan V

Hay terror e indignación en Guayaquil. Al menos 12 ataques con bombas han ocurrido desde marzo a la fecha. Cuatro de ellos con el mecanismo de coches-bomba. El más reciente: la camioneta que estalló la tarde de este martes, 14 de octubre, al pie de uno de los edificios del Grupo Nobis, en el norte del Puerto Principal, frente al Mall del Sol.

En uno de los 12 ataques, sin embargo, el potencial autor quedó libre y su domicilio no solo fue visitado por miembros de FF.AA. y Policía, como se verá más adelante…

De vuelta al martes 14, el atentado provocó un fallecido y 30 heridos. De acuerdo con la trazabilidad de imágenes de cámaras de videovigilancia de la empresa pública de seguridad de Guayaquil, Segura EP, la camioneta partió de la cooperativa San Francisco, en la vía a Daule, en las inmediaciones de la Penitenciaría del Litoral. El vehículo portaba placa falsa.

Otro vehículo con cargas explosivas también partió de ese lugar, pero la Policía efectuó una detonación controlada en las inmediaciones del polo comercial y de masiva afluencia, en el norte guayaquileño, donde estalló la camioneta.

Según el Ministerio del Interior, la zona desde donde salieron los coches-bomba es controlada por alias Tontín, cabecilla de la sub banda Los Pitufos, facción de Los Lobos. Y mientras el Secretario de Estado daba esta información, nuevas noticias de otros ataques con bomba llegaban desde el puente Churute, al sur de Guayas, en la vía de conexión con El Oro y el Austro. También se reportaron versiones de bomba en la vía a Pasaje, también en El Oro.

Para Reimberg, estos atentados son una respuesta por las acciones del Estado contra la minería ilegal en la región de Buenos Aires, al occidente de Imbabura, territorio que ha sido explotado por Los Lobos y disidencias de las FARC, entre otros grupos criminales.

De hecho, el martes 14, FF.AA. ejecutó un operativo de destrucción de infraestructura empleada por la minería criminal y se decomisó armamento de alto poder destructivo.
Al respecto de estos hechos, el presidente, Daniel Noboa, se expresó en estos términos: “Nosotros no podemos retroceder ante las mafias ni ante quienes quieren aterrorizar a las familias ecuatorianas. Porque estamos actuando contra la minería ilegal en Buenos Aires, ellos están planificando coches bomba aquí en Guayaquil, en Churute y en Cuenca, Molleturo. Así se ve y se nota la desesperación de ellos”.

El bombazo reciente, no obstante, es el décimo segundo que los guayaquileños han soportado desde que en la madrugada del jueves 13 de marzo un vehículo estallara en las inmediaciones de la Penitenciaría del Litoral, lo cual mató a una persona y destruyó cinco vehículos adyacentes.

El bombazo reciente, no obstante, es el décimo segundo que los guayaquileños han soportado desde que en la madrugada del jueves 13 de marzo un vehículo estallara en las inmediaciones de la Penitenciaría del Litoral, lo cual mató a una persona y destruyó cinco vehículos adyacentes.

Mayo de 2025 volvió a ser otro mes de tensión en el Puerto Principal. Tres viviendas del populoso barrio Samanes fueron destruidas con bombas. Asimismo, dos locales comerciales fueron atacados con explosivos en el centro-sur de la urbe; en este caso, la Policía atribuyó el hecho criminal a Los Lobos, dentro de sus acciones de extorsión.

Ese mismo mes se inició, a la par, una serie de ataques con explosivos a comerciantes del corazón popular de negocios de Guayaquil: la Bahía. El primer atentado ocurrió el 8 de mayo y desde entonces, cerca de 4.300 comerciantes viven una sensación de abandono por parte del Ejecutivo y sus vidas y medios de trabajo siguen siendo blanco de amenazas y ataques.

Septiembre, finalmente, fue otra época de alta tensión para los guayaquileños. Una discoteca en la calle Rumichaca fue atacada con un coche-bomba (en el cual estuvo invlucrado un individuo de 17 años) y otro estalló frente a la Penitenciaría. En todos estos casos hay una tipología recurrente: vehículos cargados con dinamita, tanques de gas y algunos con mecanismos de accionamiento electrónico, como en el caso del bombazo de la tarde del martes 14 de octubre.

¿Un potencial dinamitero en libertad?

El asecho de las mafias extorsivas a los 4.300 comerciantes de la Bahía marcó un muñequeo político entre la Alcaldía de Guayaquil y la Gobernación del Guayas. En el medio: familias humildes víctimas de los grupos de delincuencia organizada. Y también de la impunidad.

El jueves 8 de mayo estallaron dos cargas explosivas artesanales. A la medianoche del martes 3 de junio ocurrió un atentado similar, el cual afectó a cuatro locales, dos de ellos completamente destruidos.

En estos casos, preliminarmente la fuerza pública apuntó a células extorsivas relacionadas con Los Lobos. Números telefónicos similares y panfletos con la misma advertencia están entre las evidencias de los investigadores. “Esta será la última advertencia para que lleguen a un acuerdo de colaboración y pago. Caso contrario serán secuestrados o sufrirán muerte los siguientes dueños de módulos…”, se lee en uno de tales escritos, signados con el ícono de una mano con sus dedos medio y anular inclinados hacia adentro, junto a la palabra Activos.

Sin embargo, el atentado del 3 de junio reviste una particularidad que vuelve a cobrar relevancia por un pedido público de transparencia y diligencia que formuló el Alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, y al cual se ha sumado el legislador Juan González, jefe de bancada de la Revolución Ciudadana.

Uno de los módulos de la Bahía, destruidos por el bombazo de la medianoche del martes 3 de junio. Foto: El Universo

“Con videos de Segura EP, entregados a la Policía y a FF.AA., se persiguió y capturó en delito flagrante al potencial autor de la bomba de la Bahía”, escribió el alcalde Álvarez en sus redes sociales. “Los indicios eran claros, concordantes y unívocos. Y aun así, la Fiscalía del Guayas no acusó. El caso fue archivado. El posible autor material, libre”.

Álvarez fue más allá. “¿Quién lo protege? ¿Dónde está hoy? ¿En Guayaquil? Hay un grupo terrorista con un objetivo claro y con jerarquías, roles específicos. Unos ponen las bombas y otros los sacan de la cárcel si los capturan. Hay un macabro comercio con la vida de la gente, un catálogo impresionante de recursos para financiar estos crímenes”.

Un Porsche en la Isla Trinitaria

En el centro de esta polémica figura Iván Ballesteros Chila, con antecedentes penales por robo y relacionado como el potencial autor material de la colocación del explosivo en la Bahía de Guayaquil, cerca de las 23:00 del martes 3 de junio.

En la denuncia que el legislador González tiene previsto presentar se detalla una reconstrucción de hechos, con base en el material registrado por las cámaras de videovigilancia de la empresa municipal porteña para la seguridad ciudadana.

Aquella noche se distingue el movimiento de un automóvil Nissan Sentra, gris y con placas PUB-0742, hasta la Bahía. De dicho vehículo desciende un individuo y en cuestión de segundos coloca un objeto en uno de los módulos comerciales.

La trazabilidad de cámaras de Segura EP permite distinguir que el Nissan Sentra gris abandona la Bahía y se dirige hasta la Isla Trinitaria, puntualmente a una casa de la cooperativa Antonio Neumane.

Al día siguiente ocurren ciertas acciones que permiten dar con Iván Ballesteros Chila. En la bitácora que maneja el asambleísta González consta que a las 12:37 del miércoles 4 de junio llegan cuatro camionetas blancas a la casa de la cooperativa Antonio Neumane.
De ellas bajan 11 militares y seis policías, quienes ingresan a la casa en cuestión y detienen a Ballesteros Chila. Los vecinos del lugar empiezan a agolparse alrededor del inmueble.

Cinco minutos más tarde, a las 12:42, los uniformados abandonan el sitio. 34 minutos después de la salida de los miembros de la fuerza pública, es decir, a las 13:16, los vecinos se vuelven a sorprender con la llegada de un auto SUV de alta gama: un Porsche Cayenne negro, edición 2011.

Un SUV Porsche Cayenne negro, que en los registros de la ANT consta como propiedad de Industrial Molinera, llegó a la Isla Trinitaria, a la casa de uno de los involucrados con el bombazo del 3 de junio, minutos después de que el lugar fuera allanado por 11 militares y seis policías. Imagen tomada de la exposición del legislador Juan González.

El auto alemán está con luces de parqueo. De la puerta del copiloto baja una mujer pequeña, cabello negro ajustado en una coleta. Viste jean y una blusa beige. En un primer intento, trata de ingresar a la casa de la cooperativa Neumane a la cual previamente ingresaron los militares y los policías.

No lo logra y vuelve a subirse al Porsche Cayenne. Entonces, las cámaras de videovigilancia, de acuerdo con la bitácora que maneja el legislador González, captan que dos personas se acercan al auto: hombre y mujer, él sin camiseta, ella con licra fucsia.

A las 13:18, la mujer pequeña de cabello negro en coleta desciende por la puerta del copiloto del auto y finalmente logra ingresar a la casa allanada por la fuerza pública. El auto permanece allí cinco minutos…

El Porsche Cayenne negro muestra la placa GRY-3452. En los registros de la ANT tal placa con la identificación de tal vehículo consta a nombre de Industrial Molinera. En los registros de la Policía Judicial no hay reporte de robo de vehículo con esa placa.

Meses después, la Fiscal que conoció los hechos del ataque con explosivos en la Bahía emitió un dictamen abstentivo, el cual fue respaldado por el fiscal provincial Washington René Astudillo (el mismo fiscal que en 2011 siguió el caso del asesinato del excomandante general de la FAE, Jorge Gabela).

Este miércoles, 15 de octubre, la Fiscalía General expuso su posición al respecto. Aquí sus puntualizaciones:

Así, el 8 de agosto pasado, Iván Ballesteros Chila recuperó su libertad. En la actualidad, no se conoce su paradero.

Redacción Plan V

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