jueves, diciembre 18, 2025

Caso Metástasis: crónica de la soledad de Wilman Terán en la Corte

Wilman Terán, expresidente de la Judicatura, se defendió a sí mismo durante el juicio por delincuencia organizada en el caso Metástasis. Solo tuvo dos testigos, de los cuales uno fue el juez nacional David Jacho.

Redacción Plan V

Por: Redacción Plan V

Un juez nacional frente a un tribunal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) para rendir su testimonio a favor de un exjuez nacional. Esa fue la escena que, el miércoles 13 de noviembre, se vio en el auditorio de la CNJ donde se desarrolla el juicio contra 21 personas por presunta delincuencia organizada, dentro del caso Metástasis. Ese día inició la presentación de la prueba de los acusados y Wilman Terán, expresidente del Consejo de la Judicatura, fue uno de los primeros.

El juez nacional David Jacho fue uno de los dos testigos que Terán llamó para su defensa. Con un traje oscuro, Jacho ingresó a la sala y se sentó frente al tribunal, que le tomó el juramento. Después, Terán —quien ejerce su propia defensa— inició el interrogatorio. «¿Cuál fue el contenido del testimonio que rindió en Fiscalía?», le consultó.

Jacho contó que la Fiscalía lo llamó a rendir una versión en enero de este año sobre el trámite de un habeas corpus relacionado con Israel Norero, hermano de Leandro Norero, uno de los mayores narcotraficantes del país, acribillado el 3 de octubre de 2022 en la cárcel de Latacunga.

El juicio del caso Metástasis inició el 21 de octubre y desde el 13 de noviembre las defensas de los procesados iniciaron la presentación de su prueba. Foto: Fiscalía General del Estado

Durante el 2022, antes de su asesinato, Norero usó todos los recursos disponibles para salir de la cárcel y ayudar a Israel y a su media hermana Johanna Zambrano Tigua, quienes también fueron detenidos en mayo de ese año. El narcotraficante y sus operadores pagaron abogados, jueces y fiscales para los fines de su organización, según la teoría de la Fiscalía. En los chats hallados en sus celulares y de sus operadores quedaron registradas esas coordinaciones.

Esas conexiones tocaron también al máximo tribunal de justicia del país. A la fecha de estos hechos, Terán era juez nacional. Específicamente, el Ministerio Público sostiene que Terán facilitó supuestamente la compra de decisiones de otros magistrados nacionales que, junto a él, conocieron el habeas corpus presentado a favor de Israel Norero.

Jacho, el ahora juez testigo, recalcó que ningún magistrado tiene injerencia en el sorteo de las causas. La de Israel Norero recayó en la Sala de la Familia, Niñez, Adolescencia y Adolescentes Infractores, donde Jacho y Terán eran compañeros. ‘Sin ver personas, ni abogados’, Jacho afirmó que dio trámite al habeas corpus. Su decisión, relató el juez, fue negar esa solicitud. El proyecto de esta resolución pasó a sus compañeros de Sala y fue firmado por Terán en dos ocasiones.

Pero el acusado no firmó la sentencia definitiva y tampoco estuvo en el tribunal de la audiencia del habeas corpus. Una de las pruebas que tiene la Fiscalía contra Terán es la licencia que el exjuez solicitó para viajar a Bolivia, para fines académicos, durante la tramitación de ese caso.

La Fiscalía sostiene que existen mensajes entre Hélive Angulo, uno de los operadores de Norero, y el abogado Álex Palacios, ex subcoordinador del despacho de Terán. Esos diálogos, dice la Fiscalía, dan cuenta que Wilman Terán les habría dispuesto que la coordinación y la resolución del habeas corpus se trate de forma personal. La Fiscalía lo acusa de haber recibido 10.000 dólares a través de Palacios.

«¿Se mantuvo alguna reunión con los jueces para la forma de decidir sobre este habeas corpus? (sic)», preguntó Terán a Jacho. “No hubo ninguna reunión”, respondió el juez testigo.

El fiscal Wilson Toainga presentó 33 peritos-testigos y 73 pruebas documentales, durante 18 días. Foto Fiscalía General del Estado

Pero en el contrainterrogatorio, Wilson Toainga, fiscal general subrogante, arremetió contra Jacho. “¿Usted tiene una amistad con el señor Wilman Terán, sí o no?”, preguntó. “Él ha sido compañero de trabajo”, contestó. Pero el interrogatorio siguió:

Toainga: Usted se ha excusado en varias acciones de habeas corpus en las que el accionante es Wilman Terán, ¿sí o no?

Jacho: Sí.

Toainga: Su excusa es por amistad íntima, ¿sí o no?

Jacho: No.

Toainga: No más preguntas.

La soledad de Terán

Wilman Terán fue su propio abogado. Aunque en la mesa de los acusados también estuvo el jurista Jorge Haz, Terán manejó toda su defensa. Jacho fue el segundo testigo que presentó y sobre quien insistió en que ni siquiera conoce el domicilio de su excompañero.

La primera persona que llamó Terán al estrado fue una funcionaria de Diners Club. Ella se refirió a las cuentas que mantenía Terán en esa entidad. El exjuez buscaba que su testigo confirmara la información que envió a la Fiscalía en un CD. Pero el tribunal no dio paso a la exposición de ese contenido porque ella no era un perito.

Terán anunció a un segundo juez como su testigo: Roberto Guzmán. Lo buscaron en la sala de deponentes, pero no estaba. Terán avanzó con su prueba documental hasta que alguien diera con el magistrado. Guzmán, sin embargo, apareció cuando Terán estaba presentando a su último testigo: él mismo. Solo él había quedado.

El expresidente de la Judicatura, conocido con el alias de El Diablo, se sentó frente al estrado junto a su padre. Su progenitor ha estado junto él durante el juicio, quien ha estado pendiente de los documentos y de las fojas que presentó Terán como descargo.

En los primeros minutos de su intervención volvió a recordar su detención. Aseguró que ese día se enteró que Palacios tenía contacto con Angulo. Previo al día del sorteo de la causa, existen chats entre ambos. Pero en su defensa, Terán ha dicho desconocía de esa relación entre su asesor y el operador de un narco.

Según la Fiscalía, Terán solicitó supuestamente dos millones de dólares por medio de Palacios a cambio de disponer la libertad del hermano de Norero. Sin embargo, debido a lo excesivo del monto, Norero decidió “comprar la demora” -dijo el fiscal Toainga en su acusación- de  la tramitación de ese habeas corpus a cambio de 10.000 dólares en efectivo que habrían sido entregados a Palacios, pero su destinatario final era Terán. También existe un mensaje entre Angulo y Norero que dice: “Álex Palacios es el coordinador de Wilman Terán y va a hacer vueltas en la Corte”.

El exmagistrado sostuvo que “casi nunca” lleva efectivo y no existe ninguna “inusualidad” en sus gastos.

Terán leyó cada uno de los chats que la Fiscalía ha usado para su acusación. “Seguro estaba con mis hijos, seguro estaba con mi padre, desconozco totalmente a aquello”, dijo el exjuez para insistir en que él ignoró todo lo conversado en los chats.

No fue lo único. Para defenderse, mencionó la foto del despacho de Terán en la CNJ, que Palacios y Angulo intercambiaron. “Lo que se ve en las fotos es la parte exterior del despacho reservado o el privado que tienen los jueces nacionales. Pero bueno, una foto no dice nada”, manifestó Terán.

El exjuez afirmó que no pertenece a ninguna organización criminal y que el trasfondo de su detención tenía que ver con su trabajo en la Judicatura. “No querían que levantara la Función Judicial”. Terán estuvo al frente de este organismo desde el 13 de febrero al 20 de diciembre de 2023. En menos de un año, su gestión estuvo llena de polémicas. Ahora enfrenta dos procesos adicionales por presunto tráfico de influencias y obstrucción a la justicia.

Terán calificó como mentiras a los testimonios anticipados de Angulo y Palacios, quienes aceptaron los cargos y obtuvieron penas reducidas. Esta estrategia fue acogida también por otras defensas.

En el contrainterrogatorio, un par de abogados de otros procesados preguntaron a Terán que amplíe por qué considera que lo dicho sobre él en los chats son mentiras. El exjuez dijo que, según los testimonios del caso, los operadores de Norero le mentían al narcotraficante porque tenían miedo de que los matara. Terán también mencionó el testimonio de Xavier Alexander N.A., quien dijo que sabía mentir en los chats.

Pero dio por cierto solo parte del testimonio de Angulo. “Sí conocí a Agustín Intriago en 2021”, manifestó Terán y agregó que fue el exjuez nacional Walter Macías quien se lo presentó en una reunión de jueces en Manta. Intriago, quien fue alcalde de esa ciudad, fue asesinado el año pasado.  Macías y Terán protagonizaron una disputa en 2023.

Terán aprovechó los últimos minutos para fustigar su detención y hablar de la “Fiscalía de la opresión”.

En un giro inesperado, Terán anunció que desautoriza a su padre y al abogado Haz para que hagan objeciones a las preguntas de la Fiscalía en el contrainterrogatorio. “Estoy listo. Escucho el examen o contra examen que corresponda”, dijo en tono desafiante. Pero el fiscal Toainga no tuvo preguntas.

Algunos datos del juicio:

  • El juicio del caso Metástasis inició el 21 de octubre y hasta el 12 de noviembre la Fiscalía presentó 33 peritos-testigos y 73 pruebas documentales, durante 18 días. Entre estas pruebas, se leyeron los chats que contenían los teléfonos de Norero, hallados en la cárcel de Latacunga, tras su asesinato.
  • En total son 21 procesados, entre exfiscales, exjueces, autoridades y abogados en libre ejercicio. La Fiscalía los acusó en calidad de autores y colaboradores de la estructura criminal de Norero.
  • En el auditorio de la CNJ, en el octavo piso, se ubicaron cinco largas mesas para procesados y abogados, que superan las 50 personas. También se ha dispuesto una sala para que los periodistas puedan hacer entrevistas a los abogados.
  • Previo al juicio, 12 personas se sometieron a un procedimiento abreviado, en el que aceptaron los hechos que la Fiscalía les imputó y obtuvieron sentencias reducidas. En este grupo resaltan Mayra Salazar y Daniel Salcedo. Inicialmente, la Fiscalía procesó a 52 personas, pero durante el proceso 10 personas fueron sobreseídas o no fueron acusadas.

 

 

 

 

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